A ver, son las 4, sí, de la matina. Otra vez me desvelé por vos, FUCK!
Me tapé, tiré las frazadas a la mierda, me levanté, fui al baño para verme en un reflejo que da pena; volví a la cama, te extrañé más, me abracé a la almohada y recordé como te abrazaba, ya cansada. Te recordaba extenuada, estirada a mi lado, te recordaba como cuando me decías Te Amo.
Recordé las cosas lindas que un día te dije, el amor eterno que me prometiste, los sueños que tiramos a la basura. Básicamente cuando estuvimos bien, cuando estuvimos mal, no supimos para donde tirar... al menos eso razoné. Estoy peleando con una puta sábana, durmiendo en el medio de esta cama, dónde te hice mia, fui tuya y me perdí. Veo claramente tu silueta, recostada, como si el tiempo no hubiera pasado e intento tocarte y me da pánico, te desdibujas, te esfumas, y de nuevo sola... tantísimamente acompañada y tremendamente sola.
A un año ya, de que no me importara nada de vos, de comenzar a quererte, de amarte locamente y de querer tener Alzheimer; de conocer tu perfume, tu piel, tus hábitos, disgustos y tu compañía, de conocer a tu familia. De saberte la mejor amiga y amante, de perderte, de desearte, de necesitarte siempre y aunque tengo muchas, para mí no son nadie.
Creo que lo más irónico es que sigo pensándote, me torturo pensando que tú también lo haces. Vuelvo y te subrayo, mi orgullo pesa demasiado.
Sobreviviendo sin tí, amando otras, BUT ALWAYS YOURS.