Soy la clase de chica que deberías esquivar. Me llamo Alisson, pero puedes decirme Ali, te será difícil de olvidar.
Puedes conocerme, confundirás mis miradas y pensarás que quiero estar contigo. Luego, apostaría que vas a intentar parecerme el más diferente y antes de que lo intentes, te diré: no me gusta que me atomicen, niñato. Yo sí soy la más diferente y de eso te darás cuenta de inmediato. No me enamoro. La sensación de no tenerme te hará sentir que me quieres, de mi negación obtendrás un sí momentáneo, y antes de que lo pienses estarás a mi lado.
Sin mensajes ni llamadas perdidas mías, vas a desesperarte y querrás saber de mi e irás a buscarme, me verás, creerás que todo está bien pero quiero que sepas que no puedes dejarme un minuto a solas, puedo estar con otro como puedo serte fiel a sol y sombra. Mi juego es simple: te ignoro. Puedes decirme cosas hermosas, y no te creeré aunque pintes para mí un mundo rosa. Puedes acariciarme, mi piel no se inmuta, la caricia perfecta no es ni siquiera tuya. ¿Un beso? sí, me acercan al cielo, pero no los tuyos. Podrás poseerme pero sentirás que no estoy ahí, vas a preguntarte que pasa por mi mente y también tratarás de convencerte de que sí, que tú eres para mi. Te adictarás de mis besos, de mi cuerpo y de mi sonrisa, incluso de los límites que puse para marcarte esa línea, la que no debes cruzar.
Cuando el juego acabe y esté aburrida, me alejaré. No vas a entenderlo y querrás hablar, te recordaré la linea que transgrediste y la maldecirás, fue por tu bien, tú quisiste arriesgarte porque como todo lo que te prohiben siempre es emocionante.
