Te esperé. Como quién ansía la lluvia en el desierto, como si quisiera averiguar que fue; si yo fui muy débil para arriesgarme a perderte, si fue que me callé, que opté por mirar a otro lado mientras vos hacías tu vida y yo, incluida en ella, me quise cegar para ocultar lo que sentía. Ahora que mis pulmones están casi duros de tanta nicotina, que mis ojos se habituaron a ver el lado de la cama, el de la almohada vacía; veía con hastío lo mucho que he tratado, que he querido, que mis lágrimas se convirtieron en básico barro y los lágrimales que tanto te han llorado, se han secado. No por falta de amor, no por haberme olvidado... sino por cansancio.

"No por falta de amor, no por haberme olvidado... sino por cansancio" Me encantó.
ResponderEliminar