Rastros

lunes, 13 de febrero de 2012

Te esperé. Como quién ansía la lluvia en el desierto, como si quisiera averiguar que fue; si yo fui muy débil para arriesgarme a perderte, si fue que me callé, que opté por mirar a otro lado mientras vos hacías tu vida y yo, incluida en ella, me quise cegar para ocultar lo que sentía. Ahora que mis pulmones están casi duros de tanta nicotina, que mis ojos se habituaron a ver el lado de la cama, el de la almohada vacía; veía con hastío lo mucho que he tratado, que he querido, que mis lágrimas se convirtieron en básico barro y los lágrimales que tanto te han llorado, se han secado. No por falta de amor, no por haberme olvidado... sino por cansancio. 

1 comentario:

  1. "No por falta de amor, no por haberme olvidado... sino por cansancio" Me encantó.

    ResponderEliminar