Rastros

miércoles, 25 de julio de 2012

Cartas a Ella II


Hola, espero sepas perdonarme por no haberte escrito en este tiempo pero es que había decidido hacer más definitivo mi alejamiento al no volver a dedicarte líneas. 
Quiero contarte que por acá todo está bien, mi vida ha vuelto a ser normal... extrañamente ya no puedo dormir tanto y ya no siento desgano a la hora de hacer algo, hubiera deseado haber sido así antes.
No he cambiado demasiado, sigo siendo previsible, despistada y payasa. No estoy haciendo vida de mujeres y fiesta, más bien, sigo quedandome en casa con la familia hasta los domingos, creeme que no hago luto pero tampoco me atrae mucho salir.
Te escribo porque esta mañana, un extraño deja-vu me devolvió a tus brazos; ¿recuerdas cuánto sostenía tus caricias en mi cara? bien, hoy a la madrugada volví a sostener tu palma. Y debo admitir que te extrañé.
Extraño tus caricias colmadas de amor y cómo me mirabas al rozarme, tu delicadeza, tu atencion.
Extraño tu piel, tu cuerpo. Ese que yacía a mi lado, cansado después de hacernos el amor. ¿Sabes? Te extraño y no.
Puedo pensar en irme bien lejos, a mi lugar favorito, y lo curioso es que imagino estar ahí contigo, pero también me imagino sin ti.
Y puedo desear mil veces tocar una mujer, y deseo mil veces volver a tocarte de nuevo... pero también ardo por tocar una vez a mil mujeres diferentes.
Es esa bipolaridad de sentimientos que hoy en dia tengo, como Sabina dijo: Me envenenan los besos que voy dando. Y sin embargo, querida, no moriré envenenada... sino de pena, desangrada. Me dijiste que un día me arrepentiría, y la verdad es que tenías razón a medias. 
Yo no voy a llamarte nunca más y jamás te pediré que vuelvas, porque sería egoísta y perdería mi orgullo. Tu ya has sufrido mucho por mi causa, y volver a lastimarte sería ponerme a mi misma la guillotina al cuello. Me limitaré a extrañar lo más hermoso de ti y a recordarte vividamente cada día, porque esto pasa, nadie muda sentimientos de un día a otro... te necesitaba muy lejos y a la vez cerca, nos hacíamos tanto daño que ya hasta pasaba a ser normal. Necesitaba que me odiaras para sentirme menos mal, para cuidarte como sentí que debía. Te lloré noches enteras y me moría por tenerte nuevamente, pero me recordaba que lastimarnos tanto no tenía caso, a veces en las parejas no sólo basta con el amor. 
En este, mi diario personal que alguna vez leíste con tanta admiración y amor, me atrevo a confesarme... aunque tú quizás nunca leas esto. 


Sé que aunque pasen los años, no va a haber mujer que me ame como me has amado tú, ni yo amaré a otra mujer como te amé a ti.


ANTES/DESPUÉS


viernes, 20 de julio de 2012

Lo que yo quiero

Yo quiero que me mires a los ojos y se te note que te importo, que mientras te tomo por la cintura, te rindas y te apoyes en mis hombros. Mataría por ser una milésima de minuto, un momento que te cruce en la cabeza durante tus veinticuatro horas, no pido más ni menos... bastaría para mi fuerza.
No me importa hacer las cosas más disparatadas, locas e imposibles; sabes bien que podría ser más sensible, más romántica, más jugada... podría llevarte rosas y cual ladrón, entrar por la ventana. No tengo miedo, no tengo frenos, no quiero ataduras y tengo mucho tiempo, lo único que pido es ser la única.
Enciende tu mirada al verme, búscame, considérame... puedo quizá curar cada herida gangrenada.
Lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mi.

jueves, 5 de julio de 2012

What if you left me hopeless? I've tried to make our relationship works, the way I felt it, the way I needed, the way I loved you. I'm not the victim, and you neither. We both killed our feelings.
Don't you dare to blame it all on me, because you know you buried and spitted my heart again, and again. This time, i'm not the monster. I just denied another chance in order to look after my sanity, 'cause you, baby, you won't.