Rastros

sábado, 8 de junio de 2013

Belvedere

Creo que un día voy a conocerla.
Creo que un día, va decirme entre dos luces que me desea, que nada le significa el olvido. 

Incluso, descarado, pienso que piensa en mí todo el tiempo.
Creo que un día, reconocerá que de sus amantes, he sido yo quién le ha tocado como la música.
Como el aire y como el fuego, también cual invierno. Dirá, en la flor de sus años y con suma nostalgia, 
que nadie le ha mirado igual, que no encontró brazos tan seguros y fuertes. 
Creo que un día correrá hasta donde vivo para tomar la decisión, el impulso.
Creo que un día, harta de tantas caras que nada le han dado, recordará mi rostro, mis besos.

Y ahí, creo que un día podría quererme.

lunes, 20 de mayo de 2013

Cartas a Ella IV

Hete aquí cómo siento la mordida en el tobillo. 
Me sorprendiste. Nunca, ni siquiera en mis imaginaciones, creí que volvería a ser destinataria de tus consideraciones y regaños. Ni que las caricias que mejor me han dado volverían a estas mejillas frías de escarcha, para alivianarme un poco el invierno. 
Eran las seis de la mañana y yo como un palurdo en tu puerta, esperando que te asomaras para que vieras con espanto el monstruo que había llevado a tu casa. Y estaba sediento de besos, de tu cuerpo, de las especias aromáticas que te habitan la piel; borracho de historias qué contarte y otras qué callar, de sensaciones, de whisky y también de todas esas noches en que tu falta fue protagonista de sus nostalgias.
¡Ay, esquivo amor! déjame postergar mi hora de partida porque no he terminado aún y ¿qué será de esos cariños cuando ya me haya ido? ¿los dejarás caer al piso? ¿los cuidarás cual si de tus ojos se tratase? 
Déjame que te diga cuán ruidoso es este silencio, ahora que te miro los ojos. Estás llena de mi alma y de una alegre melancolía. Si pudiera, quisiera, paliar tus dolores; ser un beso cual morfina. 

domingo, 20 de enero de 2013

Todavía no ha pasado una semana. Esta es la semana más difícil en meses; no puedo evitar verte en todo lo que hago, no planear, especular las palabras perfectas qué decir, imaginar situaciones que se alejan de lo pragmático. No puedo no rogar que pase el tiempo, quisiera abrir los ojos y que haya pasado un mes o dos (o los que sean necesarios) y que aún me sostengas en tus ojos, quiero que se me siga atando la garganta cada vez que tus caricias me encuentran, quiero seguir sin tener palabras para poder decirte más que "yo también". 
Quiero todas las sensaciones que te involucran.



Will wait for you if your time is for me.

sábado, 29 de diciembre de 2012

¿Y qué si esto lleva al fin? Es decir, de Lovesick en si mismo. Pues ya no me siento enferma de odio, de desamor, de insomnios. Duermo en paz, descanso en sus brazos en cada abrazo y cada beso, cada beso es único e irrepetible. Quizá sea esto a lo que se refería tanta gente a la que traté de idiotas, con ideas utópicas e idílicas... ya cada paso que doy es esperando encontrarla, para que me quiera, para quererla.
¿Y qué si esto lleva al fin? Realmente no lo lamento.

viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Quién te dice que no dobles la esquina y te encuentres conmigo? la vida da tantas vueltas, nena. Era muy fácil sucumbir a ser apetitivo, dejarte llevar por aquello que te dictan en lo profundo de las entrañas, pese a saber de lo auto-destructivo de la elección. ¿Quién te asegura que vas a ser feliz? te juro que quisiera poder ser garantía de que sí, aunque sea con ese patán. 




Ahora ella está feliz, volvió con el idiota,

sábado, 3 de noviembre de 2012

Siempre vuelve a ser diecinueve

No es que las calles tengan la culpa, ni los rincones recorridos, ni las horas a tu lado; la nostalgia es más que eso. ¿Cómo olvidar tus grandes ojos fijos y verdes incrustándoseme en el alma? ¿Cómo, si me retenías llegada la hora de mi partida, y tan pronto me dejaste ir? Creo que nunca podré saberlo, aunque tú por dentro si sabes. Tú sabes con qué motivación me mirabas y con qué sensaciones, sabes que con tus besos de ambrosía controlabas mi vida en ese lapso de tiempo y espacio en el que tuvimos lugar en la compleja tela de la historia.
Nunca di más de un codo, pero te entregué algo importante: el cambio, la satisfacción y el vacío. El circo de neuronas y pensamientos utópicos de mi gastada cabeza.

Sí, la de la foto soy yo:D