Rastros

sábado, 29 de octubre de 2011

Ellas #

Soy lo que soy, no sólo por quién me apoyó, sino también por quienes me inspiraron. Tengo dos figuras a las que admiro y respeto muchísimo, que me aportan ganas de crecer a partir del pensamiento: ¡Carajo, quiero ser algún día tan buena como ellas! 
Ellas, que me mostraron el arte de hacer reír, de ser graciosa. Que cada vez que voy a verlas a un show, o las veo en tv, vuelvo con renovadas ganas de seguir con esto que elegí. De las dos aprendí mucho, y aunque intento seguir sus pisadas, también trato de hacer mi propio camino con un estilo diferente. Manuela me enseñó a reírme de todos, en todo momento, cualquiera sea la situación, a no sentir miedo del ridículo (porque realmente, estamos para ridiculizar, jiji.) a remar un chiste fallido y no perecer en el intento. De Malena, a no disimular mis estados de ánimo porque también puedes sacarles jugo. A parodiar mi propia vida, mis propios defectos y las vivencias más jodidas, absurdas y frustrantes (y por qué no, de las bizarras también.). A reírme de la vida misma, de las cosas que me pasan todos los días porque a veces un chiste simple con el que pueda identificarse el público puede ser mejor que uno sofisticado. 
Malena Pichot, genia, capocómico de la vida femenina.

Manuela Da Silveira, cómica de corazón.
Gracias a las dos, sin conocerme, sin conocer mi trabajo, me guían de gran manera, son mi modelo a seguir.

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