Mi diosa, la que me inspira, vos.
Lucho contra mis ganas de salir corriendo a buscarte, mi autorespeto se fue contigo y también la Casanova que hay en mí. Tantos obstáculos me separan de ti... si supieras que soy tan capaz de ignorarlos, y debería ignorarte, a vos y a mi puto corazón. Todo, cada alfiler que desinfla mi nube de pedo, que me lastima y me hace querer ser otra, quiero despertar y ver otra realidad, pero lo real nunca es así.
Quiero amanecer todos los días contigo a la izquierda, mirarte hasta cansarme y sentirme menos mierda. Te quiero querer, quería darte todo lo que quieras, quería que tu fueras mi princesa. ¿Sabés qué, mi amor? estoy cansada de querer, de intentar solucionarlo todo, quiero dejar caer los hombros y cada vez que me relajo, vos me das ese incentivo, que hasta tal vez, lo imagino. Hace tiempo que ya no tengo destino, me sequé, como las hojas del tabaco del pucho que me fumé ayer. Todo te preocupa, diosa, entiendo tu posición... pero mi preocupación es que no creas, mis promesas son reales. Son verdades, y murallas como la distancia, tu desconfianza y ese alguien que te ama, me detienen, más bien, tú me detienes por ellos.
Si es una locura, bien, estoy loca... pero por ti.
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